domingo, 31 de agosto de 2008

31 de agosto


Paso toda la mañana buscando por Internet boletos para el béisbol y el futbol americano. El resultado es frustrante. Los boletos se venden y se agotan de manera muy anticipada, sobre todo cuando los equipos tienen éxito, como es el caso de los Patriotas y de los Red Sox, y son accesibles en una reventa sumamente ordenada (en cientos de sitios destinados a eso) donde alcanzan precios no inferiores a los 166 dólares por un boleto que inició alguna vez en 65. Ni cómo hacerle. La sola idea de gastar 300 dólares por uno de esos partidos me ha dejado seco. Hay un espectáculo de Monster Truck que quizás deba considerar en lugar de ir al Fenway Park. Para compensar la frustración he ido por la tarde a comprarme The orange box, de Half-Life 2 para Xbox.

2 comentarios:

la chica bipolar dijo...

¿ya ve como sí es una cuestión de idiosincracia?
No es que allá la gente sea más honesta. Nada más es más rica, y por ello transa con más tecnología. Porque ¿la reventa es también ganas de verle la cara al prójimo, no?

Ernesto dijo...

business is business