miércoles, 3 de septiembre de 2008


Comienza el año escolar en Brown con una ceremonia peculiar. Los alumnos hacen ingreso al campus, donde son recibidos por los profesores, para después atender a una breve ceremonia en la que se canta el himno nacional estadounidense, se lee una plegaria de Nicholas Brown, de quien toma el nombre en reconocimiento a una donación (que hay que suponer muy generosa), y se escuchan discursos, cuyo principal orador este año fue Glenn C. Loury, con un discurso sobre la Identidad y la autenticidad.

Algunos datos de la universidad rescatados de su sitio web para la clase 2012:

(Véase que cabrían todos, en Filosofía y letras)

De 20,633 estudiantes que solicitaron el ingreso, la universidad admitió 2,828 (13.7%) y se matricularon 1,554.

727 son hombres (47%) y 817 mujeres (53%)

34 % son estudiantes de color

49% son Norteamericanos y 51% de todo el mundo. Los países con más representantes son: la República Popular China, Canadá, República de Korea, India y Singapore.

Y sus intereses académicos son: Ciencias sociales 26%, ciencias físicas 23%, ciencias médicas 22%, humanidades 16% y no han decidido 13%

martes, 2 de septiembre de 2008


No he hablado de la biblioteca. No lo suficiente. The Rock es como estar en casa, con la diferencia de que alguien levanta los libros por ti. Claro que tener tarjeta de académico da privilegios insospechados: puede uno sacar 3,500 libros por un año completo: De septiembre a septiembre. Uno puede traerlos a casa, ir con ellos a trabajar en la biblioteca, y volverlos a traer a casa, sin necesidad de darlos de alta cada vez. Los puedes dejar en un escritorio -de los varios que hay en la biblioteca- creando tu propio espacio y luego, solo dejarlos por un hueco que dice devoluciones, como en un blockbuster. Además, puedes tomar los libros de los anaqueles, pasear con ellos, sentarte en un sillón en una esquina, llevarlos a una sala de lectura, y luego sólo dejarlos sobre una de las mesas. Lo único estrictamente prohibido es tratar de devolverlos al estante y comer o beber mientras se lee.
Por cierto, para los interesados, descubrí ya los estantes donde está el ocultismos, libros y libros sobre brujería, magia, fantasmas… y aun me faltan dos bibliotecas, donde están los manuales originales (bueno, algunos…)

domingo, 31 de agosto de 2008

31 de agosto


Paso toda la mañana buscando por Internet boletos para el béisbol y el futbol americano. El resultado es frustrante. Los boletos se venden y se agotan de manera muy anticipada, sobre todo cuando los equipos tienen éxito, como es el caso de los Patriotas y de los Red Sox, y son accesibles en una reventa sumamente ordenada (en cientos de sitios destinados a eso) donde alcanzan precios no inferiores a los 166 dólares por un boleto que inició alguna vez en 65. Ni cómo hacerle. La sola idea de gastar 300 dólares por uno de esos partidos me ha dejado seco. Hay un espectáculo de Monster Truck que quizás deba considerar en lugar de ir al Fenway Park. Para compensar la frustración he ido por la tarde a comprarme The orange box, de Half-Life 2 para Xbox.