jueves, 6 de noviembre de 2008

Obama y South Park


El martes fue un día largo y tenso. Nos habíamos preparado para pasarlo en la calle, tratando de seguir en vivo el proceso electoral, pero contra lo esperado, una de las dos escuelas de mis hijos abrió, y eso nos desarmó el paseo. La verdad no había mucho que ver en este estado pequeño y, como dice Suzanne, maestra del departamento de Italiano, aislado entre Boston y Nueva York. Quienes votaron lo hicieron muy temprano, y en la única casilla cercana a la casa, en Hope High School, sólo se veía llegar esporádicamente a alguien. La casilla además estaba dentro de la escuela, de modo que solo se podía ver cómo algunos ciudadanos de vez en vez entraban al edificio.
Pero se percibía la tensión. Silenciosa y nunca explícita. La única votante de McCain que conozco en Providence, donde recibió un poco más del 40% de los votos para presidente, una maestra de la Internacional house, esparcía el rumor de posible levantamientos en Cypress Str, donde se vive un grupo amplio de afroamericanos, si perdía Obama. El resto de mis conocidos, votantes todos por Obama, se mantenían más bien a la expectativa. Temerosos todos de dos cosas: que las encuestas no reflejaran la verdadera intención del voto, ocultando un voto racistas, y que hubiera fraude electoral. El domingo, al inicio de la Casita del Horror de los Simpson, Homero intenta vota por Obama y cada vez que lo hace, el voto es para McCain.. lo intenta varias veces, con el mismo resultado, hasta que al intentar poner una queja, la máquina lo devora.
La razón de ese temor no solo se sustentaba en lo ocurrido en la última elección, sino también en las largas colas de los votantes adelantados (votan unos días antes) en algunos estados. Y es que, curiosamente, aquí no hay una credencial para votar, de modo que basta una identificación y que aparezca uno en la lista, o que tenga uno dos identificaciones (cosa que los más pobres nunca tienen) y se dé de alta ese mismo día en el padrón, aunque sólo para votar para presidente. Este último proceso, es el que detenía el avance de esas colas.
En todo caso, muchos temían fraude y otros una sublevación generalizada de los afro americanos. Pero el día pasó sin incidentes (yo terminé viendo una película malísima en el mall en lo que transcurría la tarde). Por la noche, cuando ya comenzaba a seguir obsesivamente los resultados por la televisión en internet, vi la noticia de la caída del avión en Periférico. Luego, mi atención quedó dividida entre saber qué pasaba allá y que ocurría acá. La emoción y la sorpresa fue, pues, doble, y los sentimientos encontrados. Y mientras aquí ganaba Obama y yo veía llorar en Chicago, por la televisión, a Jesse Jackson y Collin Powel y a Ophra, seguía por internet la forma en que se revelaba la muerte del Secretario de Gobernación que como me ocurre en todos los casos de las muertes inesperadas de personas "conocidas", ésta terminó por consternarme.
El anuncio del triunfo de Obama fue a las once de la noche (aunque se intuía de mucho antes). No hubo una gran fiesta aquí, donde parece que está prohibido hacer ruido, pero se alcanzaba a escuchar en la distancia, que en algunas partes, había quien estaba realmente festejando. Al día siguiente se percibía una sensación generalizada de victoria, sobre todo, claro en la universidad. Aunque cabe anotar que, pese a esa sensación, Providence sigue siendo un lugar que parece que está lejos y es ajeno, a casi cualquier cosa que ocurra fuera de sus calles -es una inercity relmente muy iner...-.
El colofón de todo esto, sin embargo, fue el programa de South Park transmitido el jueves a las 10 de la noche. No sólo hacía uso de los discursos de concesión de McCain y de victoria de Obama, sino que, parodiando a Ocean eleven, esa película con Brad Pitt y George Clooney, cuenta la historia de como toda la "lucha" electoral era en realidad una coartada para poder robar unas joyas, a cuya caja fuerte sólo se puede acceder por la Casa Blanca. Y si, hacen la caricatura en un día (los discursos fueron al rededor de las doce, hora del Este y la caricatura estaba 48 horas después hecha y al aire. En este blog hay segmentos del programa, vale la pena verlo.
Y si, hay personas que hoy me han dicho, con mucho orgullo, que se han reconciliado con este país.

2 comentarios:

la chica bipolar dijo...

Pues gracias por el reporte, que nadie lo pudo hacer más de cerca (sobre todo porque después del avionazo -mejor dicho, del jettazo- acá ya no se supo nada de lo que pasaba allá).
Pero yo tengo dos dudas:
a) ¿apoco allá en providence no son republicanos? (o bueno, acaso la queja de tanto silencio me lo hizo creer)
b) ¿neto neto temían que hubiera una especie revolución de negros?

En fin... ya me dirá usted.
Y otra cosa:
¿En español está mal decir 'negro'? Digo, entiendo muy claramente por qué 'nigger' es despectivo, pero 'negro' hasta es cariñoso ¿no?
Quien sabe. Ya Hugo Chàvez mandó felicitar al negro, y yo pienso en los miles de poemas de Nicolás Guillén...

Saludos de una chica bipolar que nomás viene a ver si la pelan otra vez...

Itzel dijo...

El universo interior se construye por contraste, evasión, asimilación, etc, con lo que pasa afuera, así que no es raro que acontecimientos como estos nos impacten a lo tremendo. A mí, más que republicano, Providence se me antoja sensato por lo que cuentas; sólo espero que los demócratas constituyeran en verdad el voto por la sensatez. Yo no era pro Mcain como el pequeño de South Park, pero ya sabes, soy pesimista.