lunes, 16 de febrero de 2009

long ride through eternity


Leo en Firmin de Sam Savage:

I hated most of all reading the inscriptions over his shoulder: "For my darling Peter on our fiftieth wedding anniversary" (in The Rubaiyat of Omar Khayyám), "This book was given me by dear dead Violet Swain when we were both seventeen" (in The Catcher in the Rye), ... "I live, I die; I lived, I am dead; I shall die, I will live" (in Kierkegaard's Fear and Trembling"). Dozens of these in every carload. It was obscene. They should have buried the books with their owners, like the Egyptians, just so people couldn't paw aver them afterward--given them something to read on the long ride through eternity.

Nunca había reparado en la obscenidad de leer dedicatorias ajenas. Pero es indudable. Hay, por lo menos dos o tres que me han sido hechas o que he hecho, que me avergonzaría que alguien más las leyera.
Además, apenas hace unos días me di cuenta que las copias que tengo del Indice del humanismo mexicano de Méndez Plancarte son del ejemplar que éste dedicó a José Gaos. La dedicatoria es muy formal, yo diría en extremo, pero me permite imaginar a los dos académicos, uno recién llegado de España, otro en un momento central de su carrera y más bien próximo a la muerte, recibiendo y entregando con cierta ceremonia el ejemplar que ahora está en la biblioteca de Investigaciones Filosóficas. Una mirada, pues, a una fracción de la vida de los otros, que dejó su huella en los caracteres extraños sobra la página impresa de un libro. Un libro además, que hoy está en un repositorio publico.

4 comentarios:

la chica bipolar dijo...

¡Ay Ovis! ¿cómo te espantas de las pequeñas dedicatorias, si seguramente en veinte o treinta años tendremos, en una edición crítica y pulcramente anotada, el epistolario de cualquiera de los dos partícipes de tal dedicatoria.
Piensa, además, que con todo esto de los hackers, a quienes vendrán después de nosotros les será mucho menos difícil reconstruir nuestras atormentadas vidas.

Yo venía a comentar lo de la memoria, pero te me adelantaste. Iba a decir algo sobre el homo interius y Agustín y el llamado neoplatónico para liberarse del TDA que caracteriza a las almas humanas encarnadas... pero me di cuenta de que todo lo que dijera iba a deslucir demasiado frente al tamaño de tu angustia. De todos modos, recuerda que el mismísimo Agustín escribió las Retractaciones... menos mal que en aquél tiempo no había dolorosas dedicatorias...
(¡te caché ovis!...
¡elemental mi querido Watson!
... lo peor de las dedicatorias viejas no es leer las ajenas sino las propias... ¿no?)

Una dedicada chica bipolar

Ernesto dijo...

oh... maldita sea la eternidad y los sistemas de publicación electrónica

la chica bipolar dijo...

Y yo Ovis, aquí sumida en un ataque autocompasivo porque mi asesor díjome hace unas semanas las mismas palabras que el monstruoso de mi novio acaba de repetirme (y que por alguna razón recuerdo en boca de mi anterior asesor y antes en la tuya... lo que me provocó un sentimiento de Sísifo)... volví a leer tu texto de la memoria y me pregunté:
¿Cuando los recuerdos aparecen con otros colores y otros matices es porque han adquirido otro significado? Digo, es casi como volver a leer una novela de misterio después de haber leído el final... descubrimos lo ingenuos que fuimos antes al creer que tal o cual significaba y se sentía de tal o cual manera, y ahora sabemos mejor qué era y significaba todo aquello.
Entonces me acordé de cuando Peter Brown describe cómo Agustín usa las Confesiones para resignificar toda su vida como si se tratara de una novela totalmente diferente. Y supongo que en algo el hipónico cambió... y no precisamente porque haya dado con su homo interius.
Así pues, me preguntaba... ¿será la misma Ovis la que regrese que la que se fue? ¿Será ésta la misma ciudad que dejaste, Ovis? ¿O te creíste Ulises y resulta ahora que eres Abraham y nunca volverás a la tierra que dejaste?

(aplíquese todo esto a una chica Bipolar que está comenzando a sentir que tantos años no han sido en línea recta, sino que ya horadó este mismo camino circular)

abrazos polares.

Lienzo dijo...

Y siempre tendre la duda: la duda horrible y gigantesca , de la dedicatoria de Bonifaz que dice "aquí debería estar tu nombre"... ¿quién? ¿quién? ¿por qué?
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh